El caso del Ovni donde aviones en vuelo y testigos en tierra
avistaron una nave de origen desconocido sobre Bariloche
Jorge Polanco era el piloto de Aerolíneas Argentinas y fue
protagonista de uno de los casos OVNI que conmocionaron a la Argentina: el caso
Bariloche. El suceso ocurrió el 31 de julio de 1995 entre las 20 y las 21.
La observación se produjo en inmediaciones del aeropuerto
local por parte de dos tripulaciones de aeronaves, una de un Boeing 727 de la
empresa Aerolíneas Argentinas (vuelo 674) y un avión Cheyenne de Gendarmería
Nacional (GN705). La noche del 31 de julio de 1995, Polanco estaba por
aterrizar en el aeropuerto local, piloteando el Boeing 727 cuando “una luz,
primero tenue, luego intensa y brillante, se interpuso entre la nave y la pista
de aterrizaje”.
De inmediato el comandante se comunicó con la torre de
control, pero la respuesta fue desconcertante: no era ninguna aeronave
identificada. Esa luz extraña acompañó al Boeing y a los 100 pasajeros durante
17 minutos.
Un avión de Gendarmería que estaba en vuelo también confirmó
haber visto el mismo objeto. El escenario se completaba con otro hecho
extraordinario: en el aeropuerto no había luz.
Es que ese día, entre 20.17 horas y hasta las 20.31 horas se
interrumpió el suministro eléctrico en todo Bariloche al saltar los protectores
de la subestación transformadora que transportaba la electricidad de 132 KW
desde Alicurá.
En el momento en que se produce el apagón, el vuelo 674 que
transportaba 102 pasajeros y 3 tripulantes, fue acompañado por un OVNI cuando
volaba a 3.000 metros de altura e iniciaba el descenso hacia el aeropuerto
local.
Piloto Jorge Polanco |
“En el momento en que iniciaba ese procedimiento, observé
frente al avión, una luz blanca que se aproximaba con rumbo de colisión a toda
velocidad. Se detuvo a unos cien metros de nosotros. Cuando iniciamos la
aproximación al aeropuerto, el OVNI hizo un giro extrañísimo acompañando
nuestro viraje y colocándose en paralelo al avión unos 100 metros”, continuó el
piloto.
En el avión los instrumentos permanecieron estables. Lo
único que se modificó fue el color del OVNI que pasó a presentar dos luces
verdes en las puntas y otra anaranjada en el centro, que brillaban
intermitentemente. El OVNI era del tamaño de un avión comercial.
“600 metros arriba de nosotros volaba un avión de
Gendarmería cuyo piloto, al ver el OVNI se comunicó con nosotros. El OVNI
insistió en acompañar el descenso del avión hacia la pista de aterrizaje. Con
la pista a la vista, se volvieron a apagar las luces del aeropuerto, por lo que
realicé la maniobra de escape, elevándome hasta los 3.000 metros. Desde allí me
comuniqué con la torre, me dijeron que todos sus instrumentos se habían
descontrolado en momentos en que nos acercábamos y antes del corte de energía”,
agregó Polanco.
“Cuando hice la maniobra de escape, el OVNI ascendió a una
velocidad increíble y se quedó suspendido en los 3.000 metros, esperando a que
llegáramos. No se movía ni se trasladaba según las leyes físicas conocidas.
Permanecimos unos minutos en la zona hasta que nos dieron nuevamente
autorización para aterrizar. El OVNI al vernos descender, desapareció a toda
velocidad, y según el piloto del avión de Gendarmería, se perdió cerca del
cerro Otto. Al caminar hacia la torre me alcanzó el jefe de turno del
aeropuerto, Mayor de la Fuerza Aérea Jorge Luis Oviedo, quien no podía creer lo
que él había presenciado desde la torre de control”, relató el conmocionado
piloto.
Un segundo avión, el de Gendarmería Nacional, fue testigo de
la presencia del OVNI, en él viajaban entre otros militares, el piloto Rubén
Cipazuk y el comandante de Gendarmería Nacional Juan Domingo Gaitán, quien
relató: “estando a 11.000 pies vimos sobre el lago Nahuel Huapi una luz de color
ámbar que aumentaba y disminuía de intensidad desplazándose a gran velocidad
hacia la cordillera”.
Cipazuk confirmó en vuelo, la ubicación del OVNI al piloto
Jorge Polanco con las siguientes palabras: “estoy viendo una luz a tu derecha y
no sé qué es, pero los sigue”.
“El caso tuvo mucha repercusión en los medios a nivel
mundial, hasta me vinieron a ver especialistas de la NASA, fue el caso más
concreto, real y espectacular”, expuso Polanco.
El Comandante Polanco no solo narró el evento Bariloche. También
tuvo otros dos encuentros con OVNIs en sus vuelos: “El 6 de febrero del año
1995 y el 11 de agosto del año 1996 yo tuve avistajes en Trelew y cerca de
Córdoba respectivamente. No lo manifesté ni dije nada, pero sucede que el de
Bariloche no lo pude ocultar sencillamente. Porque se cortó la luz del
aeropuerto, porque la gente que estaba abajo vio todo y porque además había
medios en el lugar. A mí me suena el teléfono al otro día a la mañana; había
hecho un informe reservado y lo de reservado no duró nada porque me llamaron de
una radio diciéndome que tenían ellos un informe escrito por mí”.
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